lunes, 1 de julio de 2013

Prologo: Pink Emerald

Corazón de Esmeralda


-Mamá, ¿ya llega?-Dijo una pequeña eriza rosa de pelo erizado, falda naranja y blusa verde.

-Pronto llegará...solo se paciente.-Dijo una eriza más mayor, de pelo largo y rizado, con una ancha y larga falda azul, y una camisa marrón. Sonrió dulce.

-Mamá, estoy cansada de esperar...-Dijo impaciente la chiquilla.

-Tranquila, pronto estará jugando contigo.-Sonrió. La pequeña eriza le tocó la barriga.

-Estoy deseando que llegue.-Dijo ansiosa.-Por cierto mamá, ¿como se llamará?

-Estoy indecisa por dos nombres...

-¿Cuales?

-Amelia o Natalia.-Respondió pensativa.

-¿Puedo aconsejarte?

-Claro hija, dime, ¿que opinas?

-Deberíamos descartar Amelia.

-¿Por qué? ¿No te gusta?-Dijo levantando una ceja.

-Claro que me gusta mamá, pero yo me llamo Amy, y si la llamáramos Amelia...sería muy repetido.

-Tienes razón...-Puso en dedo en su barbilla.-Entonces Natalia.

-No...-Respondió.

-¿Por qué?

-Porque Natalia se llama todo el mundo.-Suspiró.-Como la tía Natalia, como mi amiga Natalia, como la prima Natalia, como la madre de mi amiga Natalia...

-Vale, vale, ya entiendo.-Dijo riendo ante las ocurrencias de la niña.-Entonces, ¿como quieres que la llamemos?

-Pues...-Amy se quedó pensativa unos segundos.-Claudia.

-¿Claudia?-Repitió la madre.

-¡Si! Así no se llama nadie de por aquí.

-Entonces está decidido. Se llamará Claudia.

-¡Bien, bien!-Dijo contenta. La cara de su madre cambió, ahora tenía una mueca dolorida, y empezó a frotarse la barriga.

-Ah...ah...-Susurró para no asustar a la niña.

-¿Que te pasa, mamá?

-Amy...ah...coge el teléfono...ah...y llama al número que hay en un papel...ah...di que llama Esmeli Rose...¡¡rápido!!-Amy asintió y fue rápidamente hacia el teléfono, y siguió las instrucciones de su madre.
En pocos minutos llegó una ambulancia y se las llevó al hospital más cercano.
Mientras, en Green Hill Zone, en un bosque cercano, empezó a brillar algo en unos arbustos...

Green Hill Zone, 6 años más tarde...

Amy ya había cumplido 8 años, casi no había cambiado nada a cuando tenía 2 años, pero, ahora la gente que la veía pasar, veían que algo había cambiado:
Fuera donde fuera la joven Rose, detrás iba una eriza algo más pequeña, pero igual a la mayor. Amy la llevaba paseando de la mano. La nueva tenía unos zapatos blancos, una felpa roja, una camisa azul y una falda morada.

-Vamos a sentarnos aquí.-Dijo Amy en el acto. La eriza la siguió.

-Anda Amyyy cuentame otra vez la historia de las esmeraldas-Dijo la niña.

-¡Claudia! Ya la has oído millones y millones de veces.

-Porfaaa es que es tan guachyyy

-Vale, vale, te la contaré.

-¡Bien!

-Mira, hace mucho, mucho tiempo, los dioses de la Tierra, se juntaron, y unieron su poder. Entonces crearon...

-¡La esmeralda maestra!

-Si, si, pero también crearon 7 esmeraldas del caos, que son gemas con mucho, mucho poder. Nunca deben caer en manos malvadas, porque podría causar la destrucción del planeta, ¡o peor! Del universo.

-Espero que eso nunca pase...-Se quedó pensativa.-¿No existen más de 7 esmeraldas?

-Umm...yo creo que no.

-¿No podríamos crear otra?

-La verdad es que no lo se...deberías preguntárselo a alguien más mayor.

-Vale...

-Yo solo espero que algún día venga un héroe y nos ayude a que las esmeraldas nunca caigan en manos equivocadas.

-¿Que clase de héroe?

-Pues ahora mismo no se...-

Entonces delante de las dos, se paró un erizo azul de zapatillas rojas y ojos verde esmeralda. Este, intercambió una mirada con Amy, el erizo automáticamente se sonrojó. Amy solo se levantó y se acercó.

-¡Hola! ¡Soy Amy Rose!-Dijo con una sonrisa. Pero para su sorpresa, el erizo desapareció de allí.

-¿Pero que...?-Dijo la otra.

-Hmm...que erizo tan raro...-Dijo levantando una ceja.

-Pero...-Dijo su hermana mirándola por el rabillo del ojo, sabiendo lo que iba a decir.

-¡Pero es una monada!-Dijo con ojos de corazones.

-Lo veía venir...-Susurró. Para la sorpresa de ambas, un erizo-robot azul apareció detrás de Amy, 
cogiéndola del brazo y llevándosela.

-¡¡KIAAAA!!-Gritó asustada.

-¡¡¡AMY!!!-Gritó Claudia, corriendo detrás de su hermana. Delante de ella, pasó corriendo el erizo azul de antes, siguiendo también al metálico. Sus velocidades eran tales, que los perdió de vista, y se adentró en el bosque más cercano, con el fin de encontrar a Amy.
No funcionó. Se perdió en el bosque, no sabía la entrada ni la salida, y votó por sentarse en una roca y quedarse llorando.
Entonces se le acercaron Chaos, acompañados también de otros animales.

-¿Uh?-Los miró. Los chaos eran azules y amarillos, y tenían los ojos azules, inspiraban confianza.

-Chao, chaooo.-Dijeron intentado animarla.

-No os entiendo...-Dijo deprimida.-No hablo idioma chao...

-¡Chao, chao!

-No insistas...no entiendo nad...-Se dio cuenta de que le había entendido-un segundo...¡estoy hablando con 
los Chaos! ¡Sé idioma Chao!-Dijo contenta.

Los chaos solo sonrieron. Habían conseguido animarla.

-Chao chao.

-¿Me ayudaréis a salir de aquí?

-¡Chao chao!-

Los animales hicieron ruidos, según su especie.

-¡Genial!-

Intentaron ayudarla a salir, pero ni siquiera ellos conseguían encontrar el fin de aquel bosque maldito...

-Chao...-Estaban ya muy cansados, y se sentaron a descansar. Claudia, por su parte, se sentó con ellos y les contó su cuento favorito: el de las esmeraldas.

6 meses después...

Claudia seguía perdida en el bosque, ahora peor que nunca, ya que por el camino algunos de sus amigos se habían perdido, o simplemente, se habían marchado a casa. Así se quedó asta que su último chao también se fue.
Se sentó en una roca, y empezó a llorar fuertemente. Entonces vio no muy lejos de donde ella estaba, un rayo de luz...¿rosa? Se acercó a el, metió las manos en el arbusto que brillaba, y notó algo. Lo sacó. ¡Era una esmeralda Rosa!

-Amy me dijo que no había esmeraldas color rosa...-Dijo observándola. Entonces notó como se relajaba al tenerla cerca. Cerró los ojos unos instantes asta oír un ruido extraño. Miró dentro del arbusto nuevamente, y vio como del arbusto salía volando una especie de hada cabezona. Era de color rosa completamente, tenía un vestido rosa más claro, y en el final del vestido era blanco, al igual que el cuello, también blanco. Pero sus ojos eran de color azul.

-¡aaaaaah!-Gritó.

-¡Dy!-Respondió asustada el hada.

-Emmmm..no te voy a hacer daño...-Dijo acercándose. El hada no se movió, y Claudia le tocó la cabeza con el dedo. El hada era tan grande como una mano.

-¿Como te llamas?

-Dy...-El hada levantó los hombros, en señal de que no lo sabía.

-¿No tienes nombre?-

Ella dijo que no con la cabeza.

-Mmmm...te llamaré...Duny.-Sonrió. El hada parecía muy feliz.

-¿Estás sola?-

Duny asintió.

-¿Me acompañas?-

-¡¡¡Dy!!!-Gritó contenta. Claudia rió. Luego notó un ruido aún más raro detrás suya.  Miró y vio a una persona encapuchada que se dirigía hacia ella.

-Dame esa esmeralda.-Dijo extendiendo la mano.

-¡NO! ¡Es mía!-Dijo abrazándola. Duny se escondió detrás de su cabeza.

-¡Damela si no quieres sufrir las consecuencias!

-¡¡AYUDA!!

En un lugar un tanto cercano, había una eriza con un detector de esmeraldas en la mano.

-Este aparato pita como nunca...¿habrá una esmeralda cerca?-Dijo mirando a los lados. Vio a lo lejos al encapuchado, y oyó los gritos desesperados que parecían de una niña. Se acercó velozmente.

-¡He dicho que la sueltes!-Dijo amenazante la figura. Entonces se quedó tieso, y cayó hacia abajo, como desmayado.

-¿Pero que?...-Dijo incrédula la pequeña. Miró hacia arriba, y vio una eriza oscura como la noche, con un ojo color café y otro celeste.

-¿Estás bien?-Le preguntó.

-Yo...¿me vas a quitar mi esmeralda?-Se limitó a preguntar.

-¡La esmeralda! ¡La tienes tu!-

-¡HMPF!

-Venga, déjame mirarla, no te la voy a quitar, te lo prometo.

-...vale...-Dijo no muy confiada. La eriza inspeccionó la esmeralda. Vio que perdía su brillo cuando ella la cogía, y que lo recuperaba cuando lo cogía la pequeña.

-Una portadora de esmeralda...-Susurró.

-¿Me la devuelves?

-¿Eh? ¡Oh, si! Si, toma.-Se la dio.

-Por cierto...gracias por salvarme de ese hombre.-Dijo con una sonrisa. Duny sacó un poco la cabeza, pero no se la veía.

-Nada, pequeña.-Le acarició la cabeza. Empezó a caminar, y se dio cuenta de que la perseguía.

-¿Que haces?

-Irme contigo.

-¿Por qué? ¿No tienes padres?

-Yo me he perdido...-Dijo triste.-No se donde están mi hermana y mis padres...

-Bueno, no desesperes.-Sonrió.-Si quieres, puedes venir conmigo.

-Dy...-Susurró Duny.

-¡Genial!-La abrazó.-¡Gracias mamá!

-¿Ma...mamá?-Se lo pensó y sonrió.-Vale...seré tu madre adoptiva.

-¡Guay!

-Por cierto, ¿como te llamas?

-Claudia Rose the Hedgehog. ¿Y tu?

-Harriet, Harriet the Hedgehog.

-Dy...-Duny se sentó en la cabeza de Claudia, y Harriet la vio.

-¿Y esa quien es?

-Oh, ella.-Claudia cogió a Duny.-Ella es Duny, mi hada.

-Encantada de conocerte, Duny.-Dijo sonriente.

-Dy...-Dijo desconfiada.

Estuvieron caminando un rato, y la pequeña le contó la historia de porque se había perdido, y también la de las esmeraldas.

-¿Y ese es tu cuento favorito? ¿el de las esmeraldas?

-Si.-Dijo sonriente.-Por cierto, ¿que hacías tu por aquí?

-¿Uh?

-Bueno, es mucha coincidencia que encuentre una esmeralda rosa que no existe, que una persona venga a robármela y que me hayan rescatado todo en el mismo día. ¿Como me encontraste?

-Pues con el detector de esmeraldas.

-¿Buscas esmeraldas?

-Si, y a sus portadores.

-¿Portadores de esmeraldas?

-Si, gente como tu, pero con esmeraldas de otro color.

-Guay, ¿conoceremos a mucha gente?

-Eso creo.

-¿Y esto es como un grupo o algo?

-Grupo...tal vez.

-¿Tenemos nombre?

-E-Eh...nombre...ummm...-Se lo pensó un poco.-The Seven Chaos.-Dijo finalmente.

-Wow que genial.-Respondió la niña.

-¡Dy!-Dijo también Duny.


-¡Que ganas tengo de conocer a gente nueva!-Dijo emocionada.

Escrito por Amy Rose Fangirl, la mas pequeña del Team.

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