Corazón de Esmeralda
-Mamá, ¿ya llega?-Dijo una pequeña eriza rosa
de pelo erizado, falda naranja y blusa verde.
-Pronto llegará...solo se paciente.-Dijo una
eriza más mayor, de pelo largo y rizado, con una ancha y larga falda azul, y
una camisa marrón. Sonrió dulce.
-Mamá, estoy cansada de esperar...-Dijo
impaciente la chiquilla.
-Tranquila, pronto estará jugando
contigo.-Sonrió. La pequeña eriza le tocó la barriga.
-Estoy deseando que llegue.-Dijo ansiosa.-Por
cierto mamá, ¿como se llamará?
-Estoy indecisa por dos nombres...
-¿Cuales?
-Amelia o Natalia.-Respondió pensativa.
-¿Puedo aconsejarte?
-Claro hija, dime, ¿que opinas?
-Deberíamos descartar Amelia.
-¿Por qué? ¿No te gusta?-Dijo levantando una
ceja.
-Claro que me gusta mamá, pero yo me llamo Amy,
y si la llamáramos Amelia...sería muy repetido.
-Tienes razón...-Puso en dedo en su
barbilla.-Entonces Natalia.
-No...-Respondió.
-¿Por qué?
-Porque Natalia se llama todo el
mundo.-Suspiró.-Como la tía Natalia, como mi amiga Natalia, como la prima
Natalia, como la madre de mi amiga Natalia...
-Vale, vale, ya entiendo.-Dijo riendo ante las
ocurrencias de la niña.-Entonces, ¿como quieres que la llamemos?
-Pues...-Amy se quedó pensativa unos
segundos.-Claudia.
-¿Claudia?-Repitió la madre.
-¡Si! Así no se llama nadie de por aquí.
-Entonces está decidido. Se llamará Claudia.
-¡Bien, bien!-Dijo contenta. La cara de su
madre cambió, ahora tenía una mueca dolorida, y empezó a frotarse la barriga.
-Ah...ah...-Susurró para no asustar a la niña.
-¿Que te pasa, mamá?
-Amy...ah...coge el teléfono...ah...y llama al
número que hay en un papel...ah...di que llama Esmeli Rose...¡¡rápido!!-Amy asintió y fue rápidamente hacia el
teléfono, y siguió las instrucciones de su madre.
En pocos minutos llegó una ambulancia y se las
llevó al hospital más cercano.
Mientras, en Green Hill Zone, en un bosque
cercano, empezó a brillar algo en unos arbustos...
Green Hill Zone, 6 años más tarde...
Amy ya había cumplido 8 años, casi no había cambiado
nada a cuando tenía 2 años, pero, ahora la gente que la veía pasar, veían que
algo había cambiado:
Fuera donde fuera la joven Rose, detrás iba una
eriza algo más pequeña, pero igual a la mayor. Amy la llevaba paseando de la
mano. La nueva tenía unos zapatos blancos, una felpa roja, una camisa azul y
una falda morada.
-Vamos a sentarnos aquí.-Dijo Amy en el acto.
La eriza la siguió.
-Anda Amyyy cuentame otra vez la historia de
las esmeraldas-Dijo la niña.
-¡Claudia! Ya la has oído millones y millones
de veces.
-Porfaaa es que es tan guachyyy
-Vale, vale, te la contaré.
-¡Bien!
-Mira, hace mucho, mucho tiempo, los dioses de
la Tierra, se juntaron, y unieron su poder. Entonces crearon...
-¡La esmeralda maestra!
-Si, si, pero también crearon 7 esmeraldas del
caos, que son gemas con mucho, mucho poder. Nunca deben caer en manos malvadas,
porque podría causar la destrucción del planeta, ¡o peor! Del universo.
-Espero que eso nunca pase...-Se quedó
pensativa.-¿No existen más de 7 esmeraldas?
-Umm...yo creo que no.
-¿No podríamos crear otra?
-La verdad es que no lo se...deberías
preguntárselo a alguien más mayor.
-Vale...
-Yo solo espero que algún día venga un héroe y
nos ayude a que las esmeraldas nunca caigan en manos equivocadas.
-¿Que clase de héroe?
-Pues ahora mismo no se...-
Entonces delante de las dos, se paró un erizo
azul de zapatillas rojas y ojos verde esmeralda. Este, intercambió una mirada
con Amy, el erizo automáticamente se sonrojó. Amy solo se levantó y se acercó.
-¡Hola! ¡Soy Amy Rose!-Dijo con una sonrisa.
Pero para su sorpresa, el erizo desapareció de allí.
-¿Pero que...?-Dijo la otra.
-Hmm...que erizo tan raro...-Dijo levantando
una ceja.
-Pero...-Dijo su hermana mirándola por el
rabillo del ojo, sabiendo lo que iba a decir.
-¡Pero es una monada!-Dijo con ojos de
corazones.
-Lo veía venir...-Susurró. Para la sorpresa de
ambas, un erizo-robot azul apareció detrás de Amy,
cogiéndola del brazo y
llevándosela.
-¡¡KIAAAA!!-Gritó asustada.
-¡¡¡AMY!!!-Gritó Claudia, corriendo detrás de su
hermana. Delante de ella, pasó corriendo el erizo azul de antes, siguiendo
también al metálico. Sus velocidades eran tales, que los perdió de vista, y se
adentró en el bosque más cercano, con el fin de encontrar a Amy.
No funcionó. Se perdió en el bosque, no sabía
la entrada ni la salida, y votó por sentarse en una roca y quedarse llorando.
Entonces se le acercaron Chaos, acompañados
también de otros animales.
-¿Uh?-Los miró. Los chaos eran azules y
amarillos, y tenían los ojos azules, inspiraban confianza.
-Chao, chaooo.-Dijeron intentado animarla.
-No os entiendo...-Dijo deprimida.-No hablo
idioma chao...
-¡Chao, chao!
-No insistas...no entiendo nad...-Se dio cuenta
de que le había entendido-un segundo...¡estoy hablando con
los Chaos! ¡Sé
idioma Chao!-Dijo contenta.
Los chaos solo sonrieron. Habían conseguido
animarla.
-Chao chao.
-¿Me ayudaréis a salir de aquí?
-¡Chao chao!-
Los animales hicieron ruidos, según su especie.
-¡Genial!-
Intentaron ayudarla a salir, pero ni siquiera
ellos conseguían encontrar el fin de aquel bosque maldito...
-Chao...-Estaban ya muy cansados, y se sentaron
a descansar. Claudia, por su parte, se sentó con ellos y les contó su cuento
favorito: el de las esmeraldas.
6 meses después...
Claudia seguía perdida en el bosque, ahora peor
que nunca, ya que por el camino algunos de sus amigos se habían perdido, o
simplemente, se habían marchado a casa. Así se quedó asta que su último chao
también se fue.
Se sentó en una roca, y empezó a llorar
fuertemente. Entonces vio no muy lejos de donde ella estaba, un rayo de
luz...¿rosa? Se acercó a el, metió las manos en el arbusto que brillaba, y notó
algo. Lo sacó. ¡Era una esmeralda Rosa!
-Amy me dijo que no había esmeraldas color
rosa...-Dijo observándola. Entonces notó como se relajaba al tenerla cerca.
Cerró los ojos unos instantes asta oír un ruido extraño. Miró dentro del
arbusto nuevamente, y vio como del arbusto salía volando una especie de hada
cabezona. Era de color rosa completamente, tenía un vestido rosa más claro, y
en el final del vestido era blanco, al igual que el cuello, también blanco.
Pero sus ojos eran de color azul.
-¡aaaaaah!-Gritó.
-¡Dy!-Respondió asustada el hada.
-Emmmm..no te voy a hacer daño...-Dijo
acercándose. El hada no se movió, y Claudia le tocó la cabeza con el dedo. El
hada era tan grande como una mano.
-¿Como te llamas?
-Dy...-El hada levantó los hombros, en señal de
que no lo sabía.
-¿No tienes nombre?-
Ella dijo que no con la cabeza.
-Mmmm...te llamaré...Duny.-Sonrió. El hada
parecía muy feliz.
-¿Estás sola?-
Duny asintió.
-¿Me acompañas?-
-¡¡¡Dy!!!-Gritó contenta. Claudia rió. Luego
notó un ruido aún más raro detrás suya.
Miró y vio a una persona encapuchada que se dirigía hacia ella.
-Dame esa esmeralda.-Dijo extendiendo la mano.
-¡NO! ¡Es mía!-Dijo abrazándola. Duny se
escondió detrás de su cabeza.
-¡Damela si no quieres sufrir las
consecuencias!
-¡¡AYUDA!!
En un lugar un tanto cercano, había una eriza
con un detector de esmeraldas en la mano.
-Este aparato pita como nunca...¿habrá una
esmeralda cerca?-Dijo mirando a los lados. Vio a lo lejos al encapuchado, y oyó
los gritos desesperados que parecían de una niña. Se acercó velozmente.
-¡He dicho que la sueltes!-Dijo amenazante la
figura. Entonces se quedó tieso, y cayó hacia abajo, como desmayado.
-¿Pero que?...-Dijo incrédula la pequeña. Miró
hacia arriba, y vio una eriza oscura como la noche, con un ojo color café y
otro celeste.
-¿Estás bien?-Le preguntó.
-Yo...¿me vas a quitar mi esmeralda?-Se limitó
a preguntar.
-¡La esmeralda! ¡La tienes tu!-
-¡HMPF!
-Venga, déjame mirarla, no te la voy a quitar,
te lo prometo.
-...vale...-Dijo no muy confiada. La eriza
inspeccionó la esmeralda. Vio que perdía su brillo cuando ella la cogía, y que
lo recuperaba cuando lo cogía la pequeña.
-Una portadora de esmeralda...-Susurró.
-¿Me la devuelves?
-¿Eh? ¡Oh, si! Si, toma.-Se la dio.
-Por cierto...gracias por salvarme de ese
hombre.-Dijo con una sonrisa. Duny sacó un poco la cabeza, pero no se la veía.
-Nada, pequeña.-Le acarició la cabeza. Empezó a
caminar, y se dio cuenta de que la perseguía.
-¿Que haces?
-Irme contigo.
-¿Por qué? ¿No tienes padres?
-Yo me he perdido...-Dijo triste.-No se donde
están mi hermana y mis padres...
-Bueno, no desesperes.-Sonrió.-Si quieres,
puedes venir conmigo.
-Dy...-Susurró Duny.
-¡Genial!-La abrazó.-¡Gracias mamá!
-¿Ma...mamá?-Se lo pensó y sonrió.-Vale...seré
tu madre adoptiva.
-¡Guay!
-Por cierto, ¿como te llamas?
-Claudia Rose the Hedgehog. ¿Y tu?
-Harriet, Harriet the Hedgehog.
-Dy...-Duny se sentó en la cabeza de Claudia, y
Harriet la vio.
-¿Y esa quien es?
-Oh, ella.-Claudia cogió a Duny.-Ella es Duny,
mi hada.
-Encantada de conocerte, Duny.-Dijo sonriente.
-Dy...-Dijo desconfiada.
Estuvieron caminando un rato, y la pequeña le
contó la historia de porque se había perdido, y también la de las esmeraldas.
-¿Y ese es tu cuento favorito? ¿el de las
esmeraldas?
-Si.-Dijo sonriente.-Por cierto, ¿que hacías tu
por aquí?
-¿Uh?
-Bueno, es mucha coincidencia que encuentre una
esmeralda rosa que no existe, que una persona venga a robármela y que me hayan
rescatado todo en el mismo día. ¿Como me encontraste?
-Pues con el detector de esmeraldas.
-¿Buscas esmeraldas?
-Si, y a sus portadores.
-¿Portadores de esmeraldas?
-Si, gente como tu, pero con esmeraldas de otro
color.
-Guay, ¿conoceremos a mucha gente?
-Eso creo.
-¿Y esto es como un grupo o algo?
-Grupo...tal vez.
-¿Tenemos nombre?
-E-Eh...nombre...ummm...-Se lo pensó un
poco.-The Seven Chaos.-Dijo finalmente.
-Wow que genial.-Respondió la niña.
-¡Dy!-Dijo también Duny.
-¡Que ganas tengo de conocer a gente
nueva!-Dijo emocionada.
Escrito por Amy Rose Fangirl, la mas pequeña del Team.
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