sábado, 23 de noviembre de 2013

Capitulo Primero ~

Hola hola! *agitando como desquiciada la mano*
Que tal ? Por fin, traigo el primer capítulo!. Lamentablemente para los impacientes (incluyéndome) se demoraran un poco-mucho y estarán compuestos de tres partes: tres equipos se lo dividieron, pero los demás tendrán el siguiente capitulo para ellos o3o
Me entendieron? supongo que no x)

Anyway! Los dejo con el capitulo:
Primera parte escrita por Red Rose y Yellow Light
Segunda parte escrita por White Projest y Black Ilusion
Tercera parte escrita por Double Purple 

PD: La encuesta la hago sobretodo para aquellos que no tienes cuenta Google y así, si tienen Facebook, puedan estar al tanto de lo que sucede por aquí... aparte que subiríamos fotos mas seguido ^^

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 ~ Primera parte:  A Prueba ~

Avanzó por los pasillos de GUN, luego de tener una charla intensiva con Claudia y Harriet. Suspiró hondo y se dirigió por los pasillos a la sala del jefe de GUN, un joven altruista y guapo, bien dotado al que seducir, no era trabajo complicado.
Tras arreglarse un poco su camisa para resaltar sus atributos y echarse una mirada intensa para ver si hay fallos, empezó su plan.

-¿A dónde vas Noah?- la voz con toque de curiosidad de Rouge hizo que se detuviera, suspiró hondo y empezó a pensar en una excusa mientras se giraba para verla a ella, aunque para su sorpresa no estaba sola. Shadow la acompañaba.
-Eh... esto...- se empezó a ruborizar por la vergüenza de que ninguna mentira para encubrirse saliera de sus labios.
-Ah, ya sé- sonrió altivamente -Quieres ligarte al jefe.
Buena idea. Pensó Noah para sí.
-Eh, sí, eso mismo- dijo con una sonrisa dulce y llena de inocencia.
-Sí anda, búscate a otro, el es mío- replica Rouge con tono de broma.
-¡Ey! Me lo he pedido yo antes- ríe Noah.
-Bueno, solo por ser tú eh-
-Bien, ahora me voy- dedico una mirada a Shadow y le sonrió, este solo hizo una mueca de desagrado y se marcho sin devolverle el gesto o simplemente asentir.

"Se ha enfadado, más me vale que merezca la pena..." caminó rápido hacia el despacho, sonrió al director jefe y comenzó a coquetearle, él decidió ayudarla dándole la llave de los informes para que pudiera investigar por su cuenta y le dio permiso para preguntar a agentes de alto rango que vieran a Katy en acción, aun no sabía mucho de ella, por eso mirar sus datos sería de gran ayuda.
Salió del despacho del jefe y se dirigió a los archivos para revisar todo aquello, entro en la sala y cerro la puerta bloqueándola desde dentro para que nadie la molestara.

-Tengo trabajo-

Sacó sus gafas, con las que se puede decir que cambia de personalidad y empezó a investigar, busco en los archivos de la letra K, ni rastro, luego busco en la L, de Light, tampoco. Empezó con la H, nada y en la T, no había ninguna Katy Light The Hedgehog. Suspiró pesadamente y se cruzó de brazos molesta.

-¿Dónde estarán sus datos? Parece un fantasma- se quejo.

Reviso la sala entera, en busca de algún ordenador, nada.

-Joder, es que no pueden ordenar esto algo mejor-

Camina hacia las estanterías de la ala oeste y rebusca por encima, no hay mucho, hasta que se fija en una hilera de estanterías metálicas llenas de carpetas.
-Shadow The Hedgehog, Rouge The Bat, Noah The Hedgehog, Katy Light The Hedgehog, Albert The Hed...- se paró y volvió al penúltimo.
¡Katy Light The Hedgehog! La había encontrado, pego un saltito y cogió la primera carpeta, la de Shadow y la de Katy. -No solo gano uno, si no que mato dos pájaros de un tiro, saber sobre Shadow y saber algo más sobre Katy.

Comenzó a examinarlo todo, leyó cada letra, cada signo, cada cosa que podía darle pistas sobre Katy, conoció sus habilidades, sus objetos y armas, sus características en combate, su procedencia en blanco, sus apellidos, y una foto.
Tras acabar coloco uno de sus robots que almacenaba información de cualquier cosa, bien fuera una pared, la examinaba y recogía sus datos, o un libro, que copiaba todo lo que había en él.
Sonrió victoriosa y aparto su historial luego de meterlo en su carpeta, y comenzó a leer el de Shadow, se sintió una espía secreta pero... ¿que más da? Ya había cometido una falta de respeto, una más no se nota. Tras acabar de leerlo y salir algo confusa pero feliz, salió del laboratorio cerrándolo, camino de nuevo hacia el despacho del jefe y le dio la llave a su secretaría.

Hora de un descanso.

Se sentó en la cafetería luego de coger algo para comer y aliviar a su estómago, tomo un trago de coca cola y espero sentada en su mesa y observando por la ventana. Cuando vio pasar a los veteranos no se pudo resistir a cumplir de una vez su misión.
-Ey, ey, chicos, acercaos-
Los chicos se miraron entre sí y se encogieron de hombros para caminar hacia ella. Cuando ya estaban cerca. Noah comenzó el interrogatorio luego de enseñarles un justificante del jefe con orden a responder a sus preguntas.

Los chicos se sentaron y comenzaron a contarle cosas sobre Katy que no aparecían en su ficha, como por ejemplo su carácter y su valía. Para ser de rango bajo a ella y a los veteranos era bastante buena por lo que contaban, Noah sonrió tras escucharlo todo, al parecer en varias misiones le tocaba con Shadow y Rouge, se sintió feliz y decidió hablar con ella lo antes posible. Para su suerte, la chica que buscaba y que hoy había estado en sus planes paso por delante de ella.
-Perfecto- murmuró mirándola fijamente,
Sonrió y corrió hacia ella, cuando estuvo lo suficientemente cerca y vio que se sentaba sacando su almuerzo, decidió comenzar.
-Hola-
La eriza levanto su vista a la de Noah.
-Ho-hola- dijo sorprendida.
-¿Katy Light The Hedgehog verdad?-
Asintio y con los ojos como platos la miro diciendo -¿No-Noah The Hedgehog?-
-Si esa soy yo- dijo sentándose frente a ella.
-Te conozco, eres muy conocida por aquí, eres genial- musito esto último.
Noah rió entre dientes y le sonrió -Vaya muchas gracias, la verdad es que me aburro mucho y yo también he oído hablar de ti, ¿qué tal si nos vamos a dar una vuelta juntas luego de que almuerces?
Katy asintió rápidamente y acepto.

~0~0~

Los meses habían pasado, en varias ocasiones Noah se había acercado a Katy mientras se ganaba, un poco, su confianza. Aquel día, por los pasillos del aquel edificio una eriza de ojos cafés se dirigía a la oficina del jefe que por alguna razón le había pedido su presencia con urgencia, eso era raro, alguien de bajo rango no era llamado así y menos por el jefe de la organización. Al llegar al final de aquel corredor observó la puerta con algo de miedo. La intriga la invadió y miles de pensamientos cruzaron su mente.
"¿Qué deseara el jefe de mi?, ¿Abre cometido algún error?, ¿Tal vez me despida?" La depresión la rodeo. "bueno…sea lo que sea…será mejor que entre…"
Suspiro derrotada, llamo la puerta para luego escuchar un "adelante", tomo un poco de aire y entro al despacho para ver al jefe sentado escribiendo en su escritorio muy concentrado.
-¿mando llamarme, jefe?
- ah…si- la miro levemente para luego seguir escribiendo -Toma asiento- le indico lo cual ella acato sin decir palabra.
Pasaron unos minutos mientras el director aun escribía en aquel extraño cuaderno, cuando término le miro seriamente.


-Te he llamado llamar porque te asignare una misión de clase A– levanto la vista y le entrego unas carpetas que había sacado de su escritorio. -Esta es tu misión- Le entrego la carpeta, suspiro y continuo -Deberás ingresar al cuartel de Eggman y traer cierta información de su ordenador central para eso deberás evadir su seguridad y traer la información, aquí encontraras la información con el nombre de "EMPERE CALITOP"- Levanto la vista para observarla -¿has comprendido?-
-Es una misión bastante simple– hablo mirando la información -Solo que habrá que tener cuidado de no llamar la atención- levanto la vista ojeando al jefe.
-No creas, es uno de los cuarteles más vigilados de Eggman ahí oculta todo tipo de información "clasificada"- hablo seriamente –Saldrás esta misma noche se paro y le entregó una carta, al recibirla observo que era el permiso para tomar cualquier equipo táctico de élite de la organización, solo agentes como Shadow, Rouge y Noah tenían ese permiso especial. Por lo que debía sentirse afortunada.
-Puedo preguntarle algo…- dijo dudosa, el jefe asintió -¿Por qué me asigna algo como esto?- le miro confusa
El jefe la miro sorprendido, y Katy continuo. -Soy de bajo nivel, y me manda a una misión así- Respira hondo y continua de nuevo -Bueno… quiero decir, ¿no es mejor dársela a los de élite?
-Sería lo más elocuente, pero están en misiones…- suspiro -Además tus informes son interesantes- sonrió levemente- Estoy seguro que eres capaz de hacerlo… buena suerte repórtate para que te den lo esencial y luego prepárate para salir.
 -Si jefe- se levanto de su asiento y miro a su jefe a los ojos. -No lo decepcionaré- le dijo firme para irse de ahí. Cerró la puerta al salir y suspiro 
–No creí que me dieran una misión tan importante– Miro al suelo impresionada -Será mejor ponerme en marcha- dijo Katy alejándose por el pasillo para comenzar a poner en práctica su misión.

-0-0-


En la cafetería una eriza de ojos rojos y pelaje rosa de púas moradas almorzaba aburridamente, ya que su amiga Rouge y su "amigo" Shadow estaban de misión, miro por la ventana todo el mundo conversaba de cosas triviales nada interesante que oír ni tratar de instalarse en una conversación, claro, según ella, hasta que escucho una conversación interesante detrás de ella. Puso sus orejas y comenzó a escuchar interesada.
-¿En serio...le dieron una misión de tipo A?
- Bueno dicen que es muy buena en lo suyo- hablo un león mientras comía.
-Quizás lo sea, pero ella es de rango menor al nuestro ¿por qué no nos lo pidió a nosotros o alguien de nuestro rango?- hablo molesta una coneja de color café, el león solo levanto los hombros sin darle importancia.
-No te quejes- le reprendió una iguana de ojos zafiro, - Ella es muy buena en su trabajo- comento mientras comía unas galletas -Además si te lo dieran a ti en seguida caerías en alguna trampa- se mofo haciendo que se enojara y frunciera el ceño.
Noah interesada se giro hacia atrás para verlos a todos. -Disculpad que sea tan metiche y haya escuchado vuestra conversación e interrumpirla incluso, pero... ¿de quién estáis hablando?- pregunto inocentemente Noah con una sonrisa amable.
-Ahhhh...bu-bueno señorita Noah- hablo nervioso el León
-De la agente light Hedgehog- Se adelantó la de ojos zafiro al ver el tartamudeo de su amigo el león.
-Vaya sorpresa...- sonrió -Con permiso y muchísimas gracias por la información guapos- les guiñó un ojo y se levanto a paso lento. Rodeada por dos chicos que siempre la seguían.
-De-de nada señorita Noah- la miraron impresionadas, ya qué, que un agente de rango élite les haya dirigido la palabra es casi imposible.
Asintió con una sonrisa y se encaminó a fuera, cortando a esos chicos para que la dejaran respirar. Cuando ya se miraron salió sonriente -Tendré que pedir una favorcito más a nuestro jefe- sonrió divertida para salir de la cafetería.

-0-0-

-Bueno...- suspiro observando todo -Tengo todo esto listo- comento, tomando su equipo para salir con rumbo a su misión estaba por subir a una de las motocicletas que le asignaron.
-Agente light es bueno encontrarla- la eriza se volteo confundida al ver al jefe y se quedo quieta esperando algo de su parte.
-¿sucede algo? Ya estaba por irme a la misión-
-No, nada, solo que he reclutado a un agente de elite para la misión- Al escucharlo, Katy se desilusiono, ya tenían sustituta para ella, alguien más experto y ya no podría hacerlo -Tendrá un compañero para esta misión- eso sorprendió a la eriza para ver al agente que le acompañaría y ver a una silueta conocida.
-¿Noah?- le miro confusa al verla junto a su jefe.
-Así es... seremos colegas en esta misión- sonrió divertida.
-Bien, buena suerte a ambas- se giro para ver a Noah -Confió en ti, Noah. No me decepciones, tu tampoco The Light-
Ambas asintieron y Noah la miro a los ojos. -¿Lista para irnos?- Katy asintió -Bien, pues vamos- tomaron sus transportes y se fueron de allí para comenzar su misión.

-0-0-

Al llegar observaron el edificio ambas se miraron y asintieron para empezar el asalto, obtener la información no fue difícil para ambas y menos entrar rápidamente, con las estrategias de entrada que había dado la eriza de ojos café, no fueron detectados al ingresar al edificio y estar paradas frente a la computadora central.
-Buscaré los archivos- le dijo mirado a la eriza rosa o cual asintió, para ponerse a vigilar en los lugares cercanos.
-Es bastante buena para infiltrase y tiene conocimientos de computo y hackear, impresionante- susurró la eriza mientras vigilaba y revisaba a Katy. "pero eso no es importante" pensó, se giro levemente para ver a su compañera tecleando en la maquina buscando la información. "Debo hacer que use su poder junto con la esmeralda para comprobar mis dudas sobre la conexión que posee" se dijo a si misma, miro seriamente a Katy. "¿Pero cómo?" Pensó frustrada mientras se mordía una uña para observar todo a su alrededor, hasta que vio unas cámaras de seguridad al otro extremo haciéndola sonreír "se supone que este lugar tiene una gran seguridad, y como los hemos evadido con facilidad" sonrío con malicia "¿qué pasaría si esta vez salimos con algo de dificultad?" se rió levemente.
-Ya he terminado – le hablo detrás de ella mirándola confusa por su sonrisa -¿todo está bien Noah?
- claro- sonrió -Hay que irse, entonces- dijo caminando por el sentido contrario por donde habían entrado.
- Noah, ¿no es mejor irnos por donde entramos?
-Eh...si… pero… debo buscar algo primero antes de salir- la miro – ¿vienes?- hablo mientras entraba por un pasillo del lado izquierdo, la eriza suspiro para luego seguirla.
-¿Qué buscas exactamente tal vez con los esquemas del lugar te sea más fácil?– comento sacando el mapa del lugar.
-Descuida… yo sé lo que busco y donde está, tu sígueme y todo saldrá bien- le sonrío la eriza solo asintió para seguirla "te tengo"- pensó con una mirada llena de malicia.
Caminaron por corredores donde estaba bastante protegido por cámaras de seguridad las cuales no fueron difíciles de evadir, pero también había trampas ocultas más peligrosas que la anterior, los cuales fueron evadidas por milagro por la eriza de ojos café, al ser accionadas por "error" por su compañera.
-Noah ¿qué te pasa casi me mata esa trampa de afiladas cuchillas?- La confronto la eriza
- upps- le rió nerviosamente -Fue mi equivocación jeje-
-Una, dos o hasta tres veces puedo tomarlo como una equivocación pero ¿diez veces?– le miro molesta -te quieres deshacer de mi-
-No seas tonta katy- Agito su mano quitándole importancia a la situación, haciendo que la eriza solo suspirara resignada.
"Es buena hasta los robot los elimino sin ayuda de la esmeralda" le miro de pies a cabeza "tal vez no la tiene la esmeralda consigo" entrecerró sus ojos molesta.
-¿podemos continuar?- la miro. -Ya ha amanecido y debemos entregar la información- le apuro la eriza negra.
-Bien– hablo resignada Noah, Katy paso primero para que Noah la siguiera molesta por su plan que había fallado, estaba tan distraída que acciono una trampa oculta en el piso haciendo que el piso se abriera debajo de ambas para caer en ella.
-Aaaaahhhhh Noah ¿que hiciste?– le urgió la eriza al tocar el agua.
-¡Esta vez no fue intencional!- hablo tratando de defenderse.
-¿Cómo que intencional?- la miro molesta la eriza para que Noah se pusiera nerviosa.
-pues veras…- dijo Noah mientras presionaba su indice derecho con el izquierdo -Te estaba poniendo a prueba- rió nerviosa
-¿ A prueba? ¿Queriendo que me mataran esas trampas?
-Vale...- suspiro resignada -Tal vez me pase un poquito-
 -¿Un poquito?- la miro molesta.
-Bien perdón... ¿qué tal si lo discutimos después de salir del pozo de cocodrilos? Mis brazos me están cansando- le dijo mientras se aferraba a unas púas que salían de la pared para escalar.
-Bien- le dijo del mismo modo.
Salieron escalando para salir del lugar exhaustas de aquel pozo.
-Un pozo con cocodrilos… Eggman se te están acabando las ideas- rió divertida mientras hablaba sola -Con razón Sonic lo derrota tan fácil- rio de nuevo, divertida.
-Hhmmmp… es mejor salir de aquí ya- la miro molesta para mirar la salida de ahí.
-¡Oh, vamos no te enfades!
-¿Cómo se que todo esta misión no fue un plan tuyo para ponerme a "prueba"?- se cruzo de brazos molesta, abriendo la puerta de golpe sin desactivar la alarma haciendo sonar las alarmas con fuerza, haciendo que ambas se taparan las orejas.
-Esto no ningún plan es una misión real – le grito, para que luego las sirenas se callara de golpe -uh… ¿Pero que paso? ¿Qué hiciste por primera vez, Katy?- pregunto Noah.
-¿Es una plan tuyo? ¡Porqué yo no he echo nada!-
-No es cierto, la misión es real yo solo le pedí un favor al jefe- el suelo empezó a templar con fuerza
-Es un plan esto, ¿cierto?- le susurro al ver el semejante robot que salía debajo de la tierra de gran tamaño y dureza.
-No… te juro que no es mi idea, te lo juro por mi rango superior de élite- susurro -Cuidado- la advirtió.
Ambas esquivaron la máquina cuando las ataco con fuerza, Noah lo atacaba con fuerza haciéndole unos leves rasguños, katy iba igual, ambas usaron su poder combinado haciéndole una grieta en su fusilaje.
Ya era de día y aun esquivaban esa cosa, el ataque que lo daño no pudieron repetirlo porque la maquina evitaba ese tipo de combinaciones de poder, cosa que lo dificultaba todo. Katy sabía que Noah no usaba su poder todo, por eso frunció el ceño.
-Ya me canse– hablo la eriza mientras sacaba la esmeralda amarilla de su bolsillo.
"¡LA TIENE! ALABADO SEAS CHAOS" pensó Noah.
La eriza acumulo todo su poder junto con la piedra pero el ataque no se pudo realizar, ya que la esmeralda funcionaba para dar incremento a su poder pero esta fue demasiada que mando a volar a la eriza unos metros detrás adolorida.
-Pero ¿qué paso?- miro la esmeralda que estaba a su lado -No funciono…- dijo con tristeza y confusión.
-Ya vi suficiente- hablo seriamente Noah -Es mi turno- saco su esmeralda roja para luego invocar un inmenso poder que de un parpadeo dejo al robot destrozado -¿Estas bien?- se le acerco, ayudando a levantarla.
-Eso creo-
-Es mejor irnos- dijo Noah saliendo de allí.
El camino de regreso fue silencioso hasta que llegaron con el director y le dieron la información y contaron levemente como fue la misión, al salir cada una tomaría un camino separado o tal vez no.

-Katy- la susodicha volteo levemente para ver ah Noah dándole la espalda -Quiero verte en el bosque esta noche, a las doce, en el de Green Hill- le dijo para luego marcharse de ahí dejando a la eriza confusa.
La tarde paso bastante lenta, mientraspensaba si ir o no al bosque para ver a Noah.
-¿Para que, me ah citado ahí?- hablo mirando la esmeralda amarilla entre sus manos, para luego mirar el techo de su habitación.
Giro levemente la cabeza para ver el reloj que tenia junto a su cama -pronto anochecerá- se levanto de la cama para salir de su habitación.
Al llegar al bosque espero unos minutos hasta que anocheció.
-Viniste- escucho, para luego ver a Noah saltar de un árbol acompañada por otro erizo de color azul.
-¿Por qué querías que te viera aquí?- miro curiosa al erizo que la acompañaba.
-Pues veras…
Pasaron un par de horas de explicaciones sobre portadores, poderes especiales, una organización, todo confuso pero a la vez fascinante que hizo que el interés de Katy despertase, también entendió porque las pruebas de Noah y acabo por dejar de desconfiar de ella. Sonriéndole ampliamente, cosa que fue devuelta.
-haber comprendo...– Los miro -¿Queréis que me una a vosotros?
-Así es- hablo el erizo de nombre Blue.,
-¿Qué dices te unes?- le pregunto la eriza rosa, pasaron unos minutos por lo cual pusieron algo ansiosos a ambos erizos.
-Me uno- les sonrió
De ahí en adelante la siguiente misión que tendríamos seria buscar a los siguientes portadores para que se unieran a este Team.


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~ Segunda parte:  Dilemas ~

Era una mañana normal, un día como cualquier otro en el mundo... Sin preocupaciones y sin pensamientos que invadieran la mente de las personas de algo innecesario. Pero esa mañana no era igual para un erizo, un erizo dorado de capa negra que llevaba posicionado en su cabeza una capucha de esa misma tonalidad. A sus lados estaban dos chaos, uno era de color naranja y ojos rojos y el otro, era blanco y de ojos azules. Ambos estaban jugando y haciendo mucho ruido, pero el erizo dorado ya se había acostumbrado a eso.

Una duda transcurría en su serio pensamiento, hace pocos días que la llevaba con sigo, una pregunta sobre esas joyas de poder infinito, las Chaos Emeralds, y también de aquellos que eran los llamados "Portadores" de éstas gemas. Tenía que responder ese dilema de cualquier forma, debía saber y calmar esas ansias. ¿Pero quién podría responderla? Eso era algo que él no sabía y al final se convirtió en otra pregunta mental que se repetía en cabeza una y otra vez, junto a otras dudas y cuestiones que ya tenía desde hace días.

Un suspiro salió de su boca, una idea iluminó su cabeza, se trataba de ir con la portadora de la esmeralda cyan, Harriet The Hedgehog, a que le diera esas respuestas. Llamó la atención de sus chaos, los cuales estaban entretenidos sin enterarse de nada, y comenzó a caminar a un lugar en el que podría encontrarla, su casa-cuartel.

Avanzó por la vereda y tras un tiempo pudo divisar a lo lejos la casa de la eriza de ojos bicolor, un suspiro y un gesto serio se posaron en el rostro de Astro The Hedgehog, quien continuo con su camino. Al llegar, llamó a la puerta, pero como nadie le abría, decidió entrar sin permiso. Al entrar se dio cuenta de que no había nadie, o al menos, eso es lo que él creía.

Sus párpados se entrecerraron, dio media vuelta para irse del lugar, pero, en ese instante un estrepitoso ruido sonó en la casa, llamando por completo la atención del erizo. Se dirigió sigilosamente hacia la parte donde se originó el sonido. Al estar cerca de la puerta de esa sección, agarró cuidadosamente la perija y en un segundo abrió velozmente la puerta, dándole así una vista de lo que se encontraba del otro lado.

Pudo ver a un erizo azul de ojos verdes, prácticamente idéntico a Sonic. Astro supo que no era Sonic, ya que las zapatillas que llevaba no eran iguales y llevaba un cinturón puesto. El erizo azul se encontraba en el suelo teniendo en sima y a su alrededor un montón de papeles. El azulado se sorprendió de la repentina aparición de Astro, poniendo en su cara un gesto de notable asombro. El erizo dorado se dio cuenta de cómo se encontraba el aquel erizo y votó a ayudarle a levantarse dándole la mano en señal de ayuda.

—Gracias por la ayuda, Astro —le dijo el erizo mostrando una sonrisa.

—¿Cómo sabes mi nombre? —exclamó un tanto sorprendido, ya que él no conocía al erizo que tenía en frente.

—Trabajo con Harriet, soy el técnico y el que archiva información de los portadores en el Seven Chaos, por eso lo sé —se agachó, agarró unos cuantos papeles y los acomodó dentro de un cajón.

—¿Te ayudo a recoger? Entre dos acabaremos antes —dijo mirando el desorden.

—Por supuesto —pronunció alegre el erizo.

Los dos erizos se pusieron a poner orden a la devastada habitación llena de papeles y uno que otro objeto del suelo. No tardaron mucho en poner las cosas donde debían estar. Exe se acercó al erizo dorado con una gran sonrisa.

—Por cierto me llamo Sonic X The Hedgehog...pero me puedes decir Exe, es mucho más corto— añadió Exe.

—Encantado, Exe — dijo mientras se quitaba la capucha, dejando ver su rostro.

—¿Te gusta mucho ocultar tu rostro? —preguntó el erizo.

—No es que me guste, lo prefiero así...

—Ok —miró la capucha de Astro—. ¿Astro que te ah traído hasta aquí?- pronuncio con ligera curiosidad—, ¿Venias a ver a alguien? —concluyó.

—Pues... venía a ver a Harriet para que me explicara todo esto de los portadores, pero veo que no está —respondió con tranquilidad.

—Sí, es que Harriet salió, pero si quieres yo puedo explicártelo —aclaró al mismo tiempo que acomodaba otro papel.

Astro aceptó y Exe lo dirigió hacia la sala para que estuvieran más cómodos en su plática. Los dos se sentaron en un sillón bastante grande.

—¿Cuáles son tus dudas? —dijo mientras agarraba un cojín.

—¿Cuál es la función de los portadores? —preguntó mientras señaló el sillón y sus chaos se sentaban en el sitio.

—Pues en sí, es cuidar de las Chaos Emeralds, de que estén bien y que no caigan en manos equivocadas —exclamó tranquilamente.

—Entiendo —dijo al mismo tiempo que sacaba la esmeralda negra de su capa—. Entonces hice bien en quitarle a Mephiles esta esmeralda.

—Claro que sí. Al ser portador debes proteger la esmeralda que se te ha asignado, es lo que todos los portadores deben hacer.

En ese instante un pequeño robot sale y se pone en frente de Astro, grabando y tomándole fotografías a la esmeralda negra de éste.


—¿Y quién es ese? —preguntó señalando el pequeño robot.

—Es Vitaly, mi pequeña cámara personal, y por cierto le encanta su trabajo —hace a un lado a Vita.

—¿La creaste tú? —preguntó mientras guardaba su esmeralda.

—Sí, ya tiene tiempo que la cree —estiró un poco los brazos y bostezó—. Fue después de que ya no estaba del bando de Eggman y me fui por mi propio lado —recargó la cabeza en su mano.

—Yo siempre he estado del lado que he querido...

—¿Y cuál es ese lado?

—Pues a veces del lado de los buenos... otras de los malos... otras de doble agente...

—¿Y eso a que se debe? —exclamó con asombro e interés.

—Pues... porque no me gusta hacer lo mismo seguido. Pero ahora tendré que estar del bando de los buenos sí o sí.

—Oh… pensé que era por problemas que habías tenido en el pasado —movió un poco la cabeza—, ya que eso influye en algunos casos.

Astro se quedó callado por unos minutos. ¿Problemas en el pasado? Muchos, y eso de recordar lo que pasó hace tantos años le dolía demasiado.

—Si por problemas... —habló después de un largo silencio con la cabeza agachada—, también fue —completó la frase con la voz ligeramente quebrada.

—Sé que no me incumbe pero, ¿qué fue lo que sucedió en tu pasado?

—Pues... son muchas cosas ya —dijo levantando la cabeza y mirándolo a los ojos— Puedo contarte mi pasado si quieres.

—Será un placer —habló con seriedad.

—Pues... yo nací con una enfermedad muy rara, y cuando eso paso... —dijo quitándose el guante de su mano izquierda dejando ver en el dorso una marca en forma de sol—, esta marca apareció en mi mano.

—Una marca de nacimiento, creo que te entiendo —agarró por un momento su brazo derecho—...continua.

—Bien, a los cuatro años... fue cuando ocurrió todo lo que te voy a contar ahora.

—¿Que sucedió? —preguntó un poco impacientado.

—Para empezar... mis padres fueron asesinados delante de mis ojos... —contestó con la voz quebrada.

—Eso debió ser horrible, bueno eso creo yo, ya que nunca tuve —dejo de hablar para no completar la frase—...lamento lo de tus padres.

—Tranquilo, no fue tu culpa y ocurrió hace muchos años ya... Yo tuve suerte de haber escapado y salido con vida.

—¿Y tienes alguna idea de quien fue el asesino?

—No, pude ver su cara cuando tenía cuatro años, pero no me acuerdo de cómo era, ni siquiera le conocía.

—¿Pero, quién pudo haber hecho eso? —Se quedó pensativo— me inquieta saberlo, y en especial que tu sepas quien fue el responsable de ese sufrimiento.

—No me acuerdo de su cara. Solo sé que me quedé inconsciente y aparecí en el hospital cuando desperté.

—Muy interesante —puso su pulgar en su barbilla— tus padres fueron asesinados, viste la cara del sujeto pero como te desmayaste misteriosamente no te acuerdas, esto es algo inquietante —junto sus manos para luego mostrar una cara de interés por el pasado del erizo—...y sobre todo tu marca de nacimiento.

—En ese hospital estuve hasta los siete años, que fue cuando me escapé de allí, en el bosque conocí a estos dos —señala a sus dos chaos—. Y empecé a entrenar...

Exe inhaló profundamente y después exhaló con lentitud.

—Astro tu pasado se ve que ha sido duro y lleno de dudas por todas partes...

—Lo sé, pero todo ocurrió tan rápido...

—¿Qué dirías si te digo que te ayudare a descubrir quién mató a tus padres? —exclamó con tono serio mientras veía a Astro.

—¿De verdad puedes hacer eso? —preguntó mostrando algo de sorpresa.

—Soy un experto investigando, así que sí podré hacerlo... pero tomara tiempo —aclaró Exe.

—Con razón sabías quien era... —dijo mirándolo serio—. Yo soy un buen espía, casi nunca me pillan.

—No lo dudo, Astro.

—Creo que no te presenté a mis dos chaos... —dijo al mismo tiempo que miraba como los dos dormían tranquilamente—. El naranja es Llama y el blanco es Aqua.

—Se ve que son bastante inquietos...se ven lindos, jeje —pronunció al mismo tiempo que los observaba—. Entonces, ¿Aceptas mi ayuda?

—Claro —dijo acariciando suavemente la cabeza de ambos chaos—. Y sí, son bastante inquietos, no pueden estar un día sin gastarme una broma.

—Astro, espero que encontramos al culpable y formemos un gran equipo —extendió su mano hacia el erizo dorado.

—Por mi vale —dijo estrechándose la mano con Exe.

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~ Tercera  parte:  Humedad ~

Humedad.

Fluidez.

Fuerza.

Así era cómo debía haberlo hecho. Estaba jadeando de cansancio: semi arrodillada en el piso, el sudor frío caía por su cara como si se tratase de una lluvia torrencial. Había estado practicando por horas, como era costumbre, esos poderes que no llegaba a asimilar del todo. Pasaron dos años, ya Stefi tenía veinte, pero aún no se sentía capaz de hacer algo que su maestro de artes marciales pudiera categorizar como “fenomenal” o “impresionante”.

No es que su maestro tuviera un claro conocimiento del poder Chaos. Pero afirmaba que, si ella era capaz de tenerlo, debía hacer cosas increíbles con él.
Pero la zorra de pelaje violeta se sentía incapaz de ello. Aún así, no dejaba de entrenar. Ni un ápice.

— ¡Hey! ¿Sigues ahí? ¡Ya es tardísimo!

Ella se volteó, con lentitud: su vista cruzó a un zorro de pelaje rojo oscuro e intensos ojos dorados. Era su mejor amigo, Gaeity.

—Ah, sí. No he visto la hora —respondió ella, entrecortadamente y sonriendo—. Sí, es tarde… —y miró el oscuro cielo sin luna—. Haré un poco de relajación y luego iré a casa.

— ¿Me lo prometes, no?

—Sí —contestó ella, algo fastidiosa. A veces parecía su hermano mayor—. Iré a casa. ¿Contento?
—No del todo, pero confiaré en ti. Nunca has faltado a tu palabra —sonrieron—. Cuídate.

Ella saludó con la mano, se separaron y Stefi se arrodilló en suelo: relajó sus músculos, su mente, su ser… Se sentía sin ataduras, sin opresiones, sin nada.

Y, luego, sintió algo cálido, reconfortante: la esmeralda que viajaba con ella a todos lados. La joya le proporcionaba las fuerzas que había perdido en el entrenamiento. Suave, gentil, profunda… La animaba, la relajaba y la renovaba.

No entendía del todo la “magia” de esa piedra, pero sabía que ella era la única capaz de hacerla “funcionar”. Suspiró y, dando por terminado su relajación, se puso de pie de un salto y se puso a caminar.

No había dado ni tres pasos cuando empezó a marearse: maldita costumbre suya, se decía. ¡Siempre se levantaba del golpe cuando estaba sentada! Eso sólo le provocaba que su presión sanguínea disminuyera y empezara con mareos, pues la sangre se le complicaba llegar a la cabeza. Suele tener un dulce consigo para estos casos, pero se los había olvidado. Maldita sea…

No tuvo más remedio que agacharse, ya que un cosquilleo se le extendió por todo el cuerpo y la vista empezó a nublarse: definitivamente, iba a desmayarse, ya lo sabía. Ella conocía las reacciones de la presión baja.

—No… —logró balbucear antes de caerse, rendida, al suelo. Batalló hasta el final.

Despertó al rato. Parecía moverse.
Tenía la vista algo borrosa. De a poco, las cosas fueron recobrando forma y color exacto.

— ¿Despertaste? Mira que desmayarte en plena llanura en una noche oscura…

¿Y ése? No había otros habitantes en la isla que no fueran zorros, por lo que ella sabía. El clan de los perros vivía en otra isla, al lado. Le llamó la atención que aquél lobo la estuviera llevando en brazos.

— ¿Quién eres? —logró preguntar, algo débil.

—Pride the Wolf —contestó, con una voz fuerte y potente. En seguida, ella le notó algo que colgaba del brazo del lobo: una banda blanca con una cruz roja que parecía brillar en la oscuridad.

— ¿Eres médico?

—Enfermero —corrigió—. Vengo de Station Square, estoy en las prácticas de mi carrera y decidí hacerlas aquí. Eres mi primer paciente —dijo con orgullo. Stefi sólo suspiró—. ¿Qué te pasó? ¿Te bajó la presión? —ella asintió—. Ya, me lo supuse. ¿Qué hacías?

—Entrenaba. Hago artes marciales —él silbó ascendentemente, sorprendido.

—Con razón eres algo más pesada que otras chicas —Stefi movió un poco las orejas, avergonzada. La verdad, es que ella tenía una baja opinión de sí misma, por lo que no le molestaba que dijeran esas cosas de sí—. Era broma —le dijo, sonriendo—. Por cierto, ¿vives lejos? Así te llevo a casa.

—Puedo caminar, ya —le contestó ella. Pride insistió un poco más, pero Stefi terminó convenciéndolo, por lo que se puso de pie y empezó a caminar ella misma, aunque con dificultad.

— ¿Ves? Te acompaño —recalcó él y tomó un brazo de Stefi para pasárselo por su hombro.

—Gracias —dijo ella, con una sonrisa a medias—. No vivo lejos, es aquélla casa que ves —y empezaron a caminar, al ritmo de ella—. Por cierto, me llamo Stefi —el lobo sonrió y siguieron la caminata: ella lo vio bien, tenía el pelaje negro, con una gran cantidad de maraña de pelo blanco en su pecho, los cabellos de la cara eran alborotados y los ojos rojos. Le recordaba a Gaeity por tener, también, los cabellos de la cara desmechados, aunque el zorro los tenía más prolijos. Este lobo tenía todos los pelos desaliñados, como si hubiera pasado en medio de una ventisca. Y, en la nuca, su cabello le llegaba hasta por el cuello.

— ¿Tienes la ocurrencia de practicar por noches oscuras? —qué carácter tan expresivo que tenía, pensó ella.

—No del todo —logró contestar mientras caminaban—. Últimamente estoy entrenando por las noches.

—Pues deberías estar más atenta—la zorra asintió y llegaron a la casa—. Estaré dando vueltas por éste lugar, así que creo que te veré seguido. ¡Ten más cuidado la próxima vez! —y lo vio alejarse.

No fue la última vez que lo vio, como le había dicho. Se lo encontró varias veces más por la isla, ayudando a varias personas y siendo de gran utilidad entre los médicos del pueblo. Stefi solía charlar con él a menudo. Le empezaba a agradar…

Pasaron algunos meses. Pride tenía que volver a Station Square, a retomar sus estudios. Prometieron mantenerse en contacto. Su relación estaba casi rozando en algo más profundo, pero se mantuvieron en simples amigos.

Días después de la partida del lobo, una expedición se llevaría a cabo para recoger víveres importantes para isla, pero esa partida sería en algunas semanas. Semanas en que las que los sueños de Stefi se tornaban más turbulentos que en otras ocasiones…

Poco después de recoger la esmeralda, hacía dos años, cada tanto soñaba con la silueta alguien, tal vez un hombre,  que le decía exactamente lo mismo que ella había pronunciado en la cueva de Mistyc Ruins “los servidores son los siete Chaos… Chaos es poder… Poder enriquecido por el corazón”, pero con un agregado más “Portadora…”, algo que siempre la inquietaba. Según lo que ella sabía, eran siete las esmeraldas conocidas. Pero hacía un tiempo que una voz de hombre, una voz suave le repetía “Portadora, búscalos, ellos necesitan de ti”, y se esfumaba. A juzgar por la silueta, parecía un erizo, aunque era sólo una suposición.

Buscar… Necesitar… ¿Quiénes? Y cuanto más pensaba en ello, más brillaba la esmeralda. ¿Estaba relacionado, acaso? Pensaba esto en la punta de un barranco, mientras el viento soplaba lentamente por su rostro y Ready, su chao, revoloteaba alrededor de ella.

— ¿Qué será, Ready? —Le preguntaba a la pequeña—. ¿Sabes? Siento que tengo que ir a Station Square… —y se quedó pensativa…

Station Square llegó más pronto de lo que ella esperaba, por la expedición en búsqueda de víveres. En aquélla oportunidad, Gaeity emprendió el viaje con ella, algo que era particular porque, normalmente, no salía ir en aquéllas expediciones.

Cuando terminaron sus deberes, Stefi invitó a su amigo a ir a un lugar especial, a Mistyc Ruins, en donde le comentó lo que, realmente, había pasado con la esmeralda.

Le estaba mostrando el lugar cuando oyeron un ruido sordo delante de ellos, provenía de la cueva que estaba junto al lago: ambos fueron corriendo.
En la oscuridad, se toparon con alguien a quien no reconocieron.

— ¡Me tropecé! —exclamaba una voz de muchacho. Gaeity y Stefi, a tientas, lo ayudaron a ponerse de pie y, entre los dos, salieron de allí: a la luz, resultó ser un erizo de color celeste y azul, con algunas púas extendidas hacia arriba e intensos ojos brillantes, también celestes. Ambos zorros depositaron al muchacho en el suelo—. Pisé una roca y caí mal…

—Te habrás torcido el tobillo —sugirió Gaiety—. Lo mejor será llevarlo a un hospital, al menos, para que te saquen una placa —el erizo asintió y aceptó de buena manera la ayuda de los muchachos.

Llegaron al hospital en menos de media hora y, para sorpresa de Stefi, se topó con Pride quien estaba, en ése momento, de guardia y en seguida ella le expuso la situación al lobo.

Luego de unas horas, el erizo agradeció infinitamente la ayuda de ambos. Se presentó con como Blue the hedgehog y se despidió de ellos, no sin antes ayudarlo a subir a su barco.

— ¡Espero volverlos a ver! ¡Y gracias!

Y ambos regresaron a su pequeña embarcación.

— ¿De dónde lo conoces a ése enfermero?

Stefi se puso algo nerviosa y fingió mirar el paisaje.

—Vino a Fox Island hace un tiempo. Estaba de prácticas —explicó secamente—. Me… me había golpeado el brazo y me atendió —mintió ella. Gaeity no quedó del todo convencido, pero bueno, no sonaba tan extraño. Pero tenía ciertas sospechas de que no le estaba siendo del todo sincera. Se calló la boca.

— ¿Qué es eso? —dijo uno de la embarcación, de pronto: todos se atiborraron a las ventanas y notaron varias filas de humo negruzco que se llegaba hasta el cielo.

Los corazones de toda la tripulación dieron un vuelco gigante y la desesperación empezó a apoderárseles: aumentaron la velocidad y fueron derecho hasta su isla. Al desembarcar, sus ojos se pusieron de color blanco: fuego… ¡Fuego a raudales por todo lo que veían! ¡Casas, negocios, hasta el hospital! Todos se dividieron y empezaron a ayudar de inmediato: Stefi corrió hacia su hogar y Gaiety hacia el suyo.

Durante la travesía, la esmeralda no dejó de brillar.

 “¡Debes protegerlos! ¡De ellos! ¡Vienen por ti!”

¿Qué diablos?, se dijo ella, deteniéndose de golpe: viró hacia un costado su cabeza y distinguió una silueta, tal y como en sus sueños.

— ¡La encontré! —vociferó una voz gruesa y prepotente: Stefi quedó paralizada, con los ojos como platos. 

Se giró lentamente hacia dónde provenía la voz: se encontró cara a cara con un rudo erizo verde, de gafas oscuras, chaqueta negra y semblante aterrador. Stefi tragó grueso e, inconscientemente, se llevó una mano en el bolsillo, donde estaba la esmeralda.

Grave error: éste brilló y la delató como lo que ése tipo estaba buscando.

Stefi, asustada, pero sin perder la calma, giró para pedir ayuda a aquél ser que le había hablado con anterioridad: éste se había convertido en una bola de energía oscura y desapareció delante de sus ojos. 

Requiriendo de todo su autoctrontol, volvió a ver la cara de ése erizo, quien, con brusquedad la tomó por el brazo. El tipo verde empezó a reír y ella gruñó, intentando zafarse de su agarre.

—Primor, eso no te servirá —Stefi empezó a enojarse: no sólo por la situación, sino porque detestaba que la halagaran.

Con el resto del cuerpo libre, le dio una patada en el mentó, logrando salirse de su agarre. Eso no causó mucha gracia a aquél erizo.

—Conque ruda, ¿eh? No pareces con ese semblante tan dulce —comentó sin más—. Si vas a pelear, que sea en serio, y no como tu pueblo que está lleno de debiluchos —se burló: la ira se incrementaba, pero no podía dejar que fluyera como una cascada, pues eso la haría actuar sin consciencia, lo cual sería un error garrafal.

Se puso en guardia.

—Si has hecho todo éste escándalo por mí, puedo asegurarte que no saldrás de aquí, no entero —amenazó.

—Y si lo hice, ¿qué? No querían decirme dónde estabas, así que busqué por mi cuenta —eso le valió otra patada, pero que detuvo a tiempo.

Fue una pelea intensa que sólo duró unos diez minutos, pero que se hicieron eternos. Ella estaba en clara desventaja: se notaba que el erizo era un diestro en peleas, pues esquivaba y atacaba con facilidad. El agua que corría, producto de su poder, fluyó y empezó a atacar al erizo con chorros de líquido.

—Definitivamente eres la portadora que busco —le dijo.

— ¡No soy ninguna portadora! —gritó ella—. ¡Lárgate de mi pueblo! ¡No tienes derecho a hacer lo que hiciste! —una risa jocosa la desconcentró.

Lo único que hacía Scrouge, pues así se llamaba el erizo, era provocarla para luego rematarla, pero no 
contó con un ataque directo con la fuerza de una cascada que lo golpeó fuertemente: casi se ahoga.

Enfadado, se puso serio. Stefi, por otro lado, parecía poseía, pues no paraba de atacar a diestra y siniestra con ataques acuáticos, sin dejar de gritar “¡Vete de mi hogar! ¡Deja de hacer daño!”

Scrouge terminó yéndose, hastiado.

Y, Stefi, tumbada en el suelo, yacía inconsciente, mientras varias voces gritaban a su alrededor…

OoOoOoO


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Y eso es todo!
Por ahora...
El segundo capitulo sera los otros integrantes que lo escribirán.
Así que debería llegar pronto.
Pero después deberán esperar, tal vez por un largo periodo.

Cuídense, coman todas sus verduras y respondan a la encuesta, por favor.

Sin mas que decir, buen día y no dejen que los Emos les amarguen la jornada!

~ Cyan S. ~